Ya están los naranjos de nuestra Sevilla casi a punto de dar a luz a la flor que más ansiamos los cofrades, como si de un embarazo se tratara, los árboles más sevillanos están en la pomada de todos los que amamos nuestra fiesta más importante.
Los ramilletes de azahar se encuentran en cada rincón, en cada plaza, esquina o calle adoquinada. En cada barrio, periferia, calle lúgubre o bajo tu balcón... una vez más está aquí no falta a la cita y sirve de mensajero por una vez al año a su ciudad, Sevilla.
Fragancia, aroma y hasta un gusto en las fosas nasales deja esta singular flor, que por cada primavera te anuncia, la Muerte y Resurrección de nuestro Señor.
Los ramilletes de azahar se encuentran en cada rincón, en cada plaza, esquina o calle adoquinada. En cada barrio, periferia, calle lúgubre o bajo tu balcón... una vez más está aquí no falta a la cita y sirve de mensajero por una vez al año a su ciudad, Sevilla.
Fragancia, aroma y hasta un gusto en las fosas nasales deja esta singular flor, que por cada primavera te anuncia, la Muerte y Resurrección de nuestro Señor.
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