La vida cambia, las cosas cambian, las calles cambian y como no, las plazas cambian. Hoy os muestro una instantánea de lo que era la antigua Plaza de la Encarnación, con sus autobuses, el tráfico rodado, las obras, los viandantes...
Un lugar que ahora ha cambiado, a mejor o a peor, según la opinión del sevillano, pero si es verdad que se ha ganado en salud. Se ha delimitado el tráfico y el consumo de gases, beneficiando en definitiva al peatón, al turista e incluso por qué no, aunque parezca mentira, al comercio de la zona de Puente y Pellón.
A la Encarnación le han salido "tubérculos" del suelo romano, un antiquarium, unas vistas inéditas y un centro comercial, por consecuencia un lugar "emblemático", para ver el paso de cofradías desde un nivel más alto o para manifestarse por la democracia real, incluso para conciertos a pie de calle.
Todo esto está bien para una ciudad que invierte en turismo, en avance de las tecnologías o en una nueva visión del arte, pero... ¿estamos dispuestos a realizar todo esto a cualquier precio, con los correspondientes despilfarros?.
Un lugar que ahora ha cambiado, a mejor o a peor, según la opinión del sevillano, pero si es verdad que se ha ganado en salud. Se ha delimitado el tráfico y el consumo de gases, beneficiando en definitiva al peatón, al turista e incluso por qué no, aunque parezca mentira, al comercio de la zona de Puente y Pellón.
A la Encarnación le han salido "tubérculos" del suelo romano, un antiquarium, unas vistas inéditas y un centro comercial, por consecuencia un lugar "emblemático", para ver el paso de cofradías desde un nivel más alto o para manifestarse por la democracia real, incluso para conciertos a pie de calle.
Todo esto está bien para una ciudad que invierte en turismo, en avance de las tecnologías o en una nueva visión del arte, pero... ¿estamos dispuestos a realizar todo esto a cualquier precio, con los correspondientes despilfarros?.
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