Sencillamente fue magnífico el altar instalado para la Virgen del Rosario en sus misterios Dolorosos de la Hermandad de Monte-Sión. Una idea que se asemejaba a otros montajes de priostería y que en esta ocasión innovaba con la posibilidad de subir a una estructura que simulaba la parihuela del paso de la Dolorosa del Jueves Santo.
Como se suele decir, no faltaba ni un perejil, sus respiraderos, varales, los rosarios, su candelería y la Virgen más Rosario, que nunca.
Fue una delicia contemplar el montaje pero aún más fue poderle besar la mano como si cual Jueves Santo pudieras subir a su casa dorada de palio.
Felicidades fue muy exquisito y elegante este montaje.
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