Seguimos analizando el Vía Lucis Magno que se celebró en la ciudad de Jerez de la Frontera, con un paso impropio de ser procesional hasta la fecha y que fue efectivo, gracias a este magno acontecimiento y a la Hermandad de la Soledad, que cedió su paso procesional del Descendimiento de Cristo.
Dentro del Vía Lucis Magno se escenificó la Adoración de los Reyes Magos, cuyas imágenes de tamaño natural pertenece a la Basílica de Ntra. Sra. del Carmen de este municipio jerezano.
Estas imágenes que se exponen permanentemente en el citado templo, fueron trasladadas hasta la Iglesia de la Victoria de Jerez, sede canónica de la corporación del Viernes Santo.
Las andas procesionales del misterio del Descendimiento fueron encargadas a los talleres sevillanos de Manuel Guzmán Bejarano y Luis Jiménez Espinosa en el 1958.
Destaca la altura de su canastilla con bastantes entrantes y salientes. La iluminación se componía de cuatro grandes faroles con candelabros en el centro. Para la Semana Santa de 1965 fueron sustituidos los cuatro faroles por candelabros de guardabrisas. Aunque para la ocasión se recuperaron estos primitivos faroles, para no dificultar la visión de la escenografía belenística.
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