Es de recibo en este blog que se notifique la alegría producida por el nombramiento del Cristo de la Humildad y Paciencia para que presida el Vía Crucis de las Hermandades y Cofradías de Sevilla 2015.
La noticia me abordaba al llegar el pasado día 3 de noviembre al aeropuerto de Sevilla, proveniente de una larga travesía desde Viena. Era el momento de que fuera nombrado esta gran imagen del barroco sevillano.
Quizás desconocida para muchos cofrades por que nunca alardea de cambios a la música, ni de platillos, ni de chicotas eternas con marchas sin parar, este Cristo de la Humildad y Paciencia, es el primero que en el Domingo de Ramos, nos llama a la reflexión, a la humilde penitencia, a pensar en que se puede mejorar para que seamos buenos Cristianos.
Es justo y de recibo que la entrada de hoy se le dedique a la hermandad de la Sagrada Cena y más concretamente a su titular el Cristo de la Humildad y Paciencia, una devoción de siglos en la ciudad y que poco a poco y con un esfuerzo por parte de la hermandad, se pretende recuperar.
Mi enhorabuena a la corporación y sobre todo a dos buenos amigos que lo cuidan y lo miman, Jesús Gabaldón y Antonio Pulido.
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