Tomamos el avión para volver de nuevo a tierras checas, para visualizar en instantáneas la Iglesia de San Nicolás se encuentra en el barrio de Malá Strana y está considerada como la construcción barroca más bonita de la ciudad de Praga, siendo la obra maestra del barroco.
La construcción de la iglesia comenzó en 1673 por orden de los jesuitas, siendo los primeros edificios terminados el edificio parroquial y la escuela. Aunque las obras finalizaron en 1752, se comenzaron a oficiar misas en 1711.
El arquitecto creador del conjunto fue K. I. Dientzenhofer, siendo esta iglesia su obra maestra. Fue Anselmo Lurago, yerno de Kryštof Dientzenhofer, quien completó la obra entre 1751 y 1756, añadiendo las capillas de Santa Ana y Santa Bárbara, a ambos lados de la entrada principal, y completando el campanario de 80 metros de alto.
La torre de la Iglesia de San Nicolás es una de nuestras preferidas de Praga, la subida es emocionante y tiene varias salas a medio camino que pueden ser visitadas. En estas salas aprenderéis mucho sobre la historia de las campanas y sus diversas funciones. Desde los 65 metros de altura que tiene la torre se puede ver todo el barrio de Malá Strana. Durante la época comunista fue utilizada por las fuerzas secretas para vigilar las embajadas extranjeras.
El interior del templo está repleto de arte, desde las pinturas en sus techos y bóvedas hasta las esculturas que adornan las paredes. Lo mejor son los frescos de la cúpula, realizados por Franz Palko representando la Santísima Trinidad, el órgano barroco en el que tocó Mozart en 1787 y los frescos de Santa Cecilia sobre él, las cuatro estatuas de los Padres de la Iglesia y un decorado púlpito lleno de querubines dorados, así como pinturas y esculturas varias de autores del barroco.
En este templo se encuentra la imagen del Niño Jesús de Praga, presidiendo un altar lateral.
Biografía: www.disfrutapraga.com
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