Ya falta menos para volver a besar sus manos, para intentar poder hacer una fotografía, para esperar largas colas que fluyen por San Lorenzo. Tan sólo la misma cuenta atrás que para el Domingo de Ramos, queda poco y de nuevo tus manos serán de Sevilla, por que tu eres su Señor, su piedra angular, su alfa y omega y el principio del fin.
De nuevo los bencejos de San Lorenzo piarán más que nunca por que el Señor bajará de su casa dorada para ponerse a los pies de Sevilla y cargar la próxima madrugá, con los pecados y los besos de su pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario