Besapiés y besamanos de las Aguas del año 2010 |
Esta Semana Santa de 2014 se cumplen veinticinco años del exilio obligado que tuvo que realizar la hermandad de las Aguas desde la iglesia de los Terceros, que vino motivado por unas obras de cimentación, en el anexo solar del acuartelamiento, para la realización del actual Teatro de la Maestranza, estos trabajos produjeron unas grietas en la cúpula y muros de la sede canónica de la hermandad que originaron filtraciones en el interior del templo, obligando a la corporación a abandonar la capilla en 1989.
A las ocho y media del 12 de febrero de 1989, la hermandad trasladaba todas sus imágenes titulares a la parroquia del Sagrario, para celebrar los cultos cuaresmales, quedándose ya en el templo donde tuvo su residencia provisional. La sede canónica de la hermandad de la Cena fue ofrecida a la hermandad que presidía por aquellos años Pedro Collado de la Torre, para que realizara desde allí su estación de penitencia, tomando por algunas calles que hacía recordar su estancia en la parroquia de San Bartolomé.
En la noche del 7 de marzo de 1989, los titulares, excepto la Virgen del Rosario, eran trasladados hasta los Terceros, acompañados por numeroso público. El primer año del exilio, la corporación estrenaba el bordado de las cuatro caídas exteriores del paso de palio de la Virgen de Guadalupe, del taller de sobrinos de Elena Caro.
Este cambio obligado de itinerario dejó numerosas instantáneas nuevas pero quizás la más emocionante fue el paso de la cofradía por el Convento de las Hermanas de la Cruz.
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