Nos hemos levantado hoy con la triste noticia del fallecimiento de D. Antonio Fernández, conocido en el Tiro de Línea por "Antoñito", ejemplar hermano y medalla de oro de la Hermandad, además de Prioste Honorario.
Permitirme que me dirija a vosotros, llamándolo como el era conocido. Antoñito era y es uno de los locos aventurados que por el año 1958 levantaron las insignias de la penitencia por el barrio obrero del Tiro de Línea, llevando por estandarte un lema "Por un mundo mejor" y acompañando a Jesús Cautivo y a su bendita Madre de las Mercedes Coronada. Les decían locos por que venían del extrarradio... benditos locos aquellos que nos dejaron el legado de Santa Genoveva.
Hoy nos deja en cuerpo, nunca en alma, por que Antoñito siempre estará entre los hermanos del Tiro de Línea, ya sea fundiendo, ya sea limpiando la plata en el cuartito de priostía, poniendo los trapos a limpiar en su "margarita" o sentado (como lo veíamos últimamente) en la sala de mayordomía de su buen amigo, que ahora lo acoge en el cielo D. José Villa Carmona.
Antoñito, que también tenía su genio como todo el mundo, vivió este año su último Lunes Santo en la tierra, lloraba con un niño chico, sus hermanos que portaban a su Virgen, a sus Mercedes, levantaron por el, en el palquillo de la Campana. "Por nuestro Antoñito...", fiel ejemplo del carisma genovevo..., no faltaba a ningún culto, ni a besamanos, ni besapiés, era uno de esos estandartes a los que la nueva generación nos tenemos que igualar... la hermandad por encima de todo.
Es triste el día de hoy, se nos va un "loco", siempre agradecido por el secreto que tenía guardado y que tras la restauración del Señor, nos hizo pensar lo que quería al Cautivo, sus primitivos pies los que pisaron los inicios por un barrio, en su corazón para que sepa lo que su barrio lo quiere.... eres grande Antonio y un pellizco importante de lo que hoy es la Hermandad de Santa Genoveva te lo debemos a ti.
Gracias, gracias y mil gracias...
Que Nuestro Padre Jesús Cautivo y Ntra. Sra. de las Mercedes te acojan con el mismo cariño que tu nos inculcases a nosotros.
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